viernes, 19 de septiembre de 2008

EL LABERINTO DEL FAUNO


Año 1944, quinto año de paz. Ofelia es una niña de 13 años que junto a su madre, Carmen, convaleciente a causa de un avanzado estado de gestación, se traslada hasta un pequeño pueblo en el que se encuentra destacado Vidal, un cruel capitán del ejército franquista, nuevo marido de Carmen y por el que Ofelia no siente ningún afecto. La misión de Vidal es acabar con los últimos vestigios de la resistencia republicana, escondida en los montes de la zona. También ahí se haya el molino donde Vidal tiene su centro de operaciones; en él les aguardan Mercedes, una joven que se encuentra a cargo de los demás miembros del servicio, y el doctor, que se hará cargo del delicado estado de salud de Carmen. Una noche Ofelia descubre las ruinas de un laberinto donde se encuentra con un fauno, una extraña criatura que le hace una increíble revelación: Ofelia es en realidad una princesa, última de su estirpe, a la que los suyos llevan mucho tiempo esperando. Para poder regresar a su mágico reino, la niña deberá enfrentarse a tres pruebas antes de la luna llena. En el transcurso de esta misión, fantasía y realidad se abrazan para dar rienda suelta a una maravillosa historia donde la magia que rodea a Ofelia nos transporta a un universo único, lleno de aventuras y cargado de emoción.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

BILLY ELIOT


Tal y como está hoy el cine, cuando uno se anima a ver una película puede acontecer de todo. Además, desde que han nominado a Tom Hanks por hablar con una pelota -carente de toda trascendencia- y por hacer unos cuantos aspavientos en una isla, todo es posible. Afortunadamente las sorpresas se dan también a veces en el sentido contrario, y eso es lo que me sucedió el otro día con Billy Elliot, sin duda una de las mejoras películas que he visto en los últimos años.
Me gustan las películas que tocan la realidad, que alimentan el pensamiento, y en las que el sufrimiento o la muerte no son gratuitos. En este caso la realidad es historia. La situación que muestra la película como telón de fondo, la crisis minera de la época Thatcheriana, fue tan dura como se ve en la pantalla. Pero el problema minero es tan sólo el paisaje de la película. El hilo de la historia lo lleva el pequeño Billy, un niño que descubre su vocación al ballet y tiene que luchar contra su propia familia para llevar a cabo su sueño.
Creo que, de las batallas interiores que plantea la película, todos podemos beber. Por la edad, el niño me recordaba a algunos de mis alumnos, a los que enseño inglés. Me considero afortunado, por poder dar clases a domicilio a niños de distintas edades y acceder al mundo infantil de tú a tú, intentando comprender sus problemitas, sus conflictos existenciales y sus peleas familiares. En los niños veo potencial, inocencia, ganas de vivir. Y los que estamos alrededor somos colaboradores de ese potencial. Es bonito llegar a casas donde las cosas funcionan bien y los niños crecen en lo más profundo de su ser. Pero a veces también llego a casas de niños que son proyecciones de sus padres, que no tienen libertad, que están llenos de actividades extraescolares, y que se limitan a hacer lo que dicen sus padres.
Todos llevamos un niño dentro, como tantas veces hemos oído. Llevamos ilusión, inocencia, ganas de descubrir para qué estamos hechos e ilusión por vivirlo. Pero poco a poco, la vida nos va arrastrando de aquí para allá, nos zarandea y podemos acabar alejándonos de nuestra vocación. Todos tenemos un camino y nos toca descubrirlo. Existe un camino profesional, un camino afectivo, un camino de amor. Nadie ha sido arrojado a la existencia sin misión, sin sentido, como sugería Sartre. A los sartrerianos les diría que se lean el antídoto elaborado por Victor Franklin: el Hombre en busca de Sentido. Pero nos toca a nosotros luchar por descubrir el sentido, la misión, si nos dejan claro está. A veces desde pequeños, nuestros padres, porque no sabían hacerlo de otra manera, nos han ayudado como han podido a crecer interiormente. Mal que bien hemos llegado a la edad adulta con nuestros logros y deficiencias. Pero es bonito descubrir que igual que en lo externo siempre se está creciendo o cambiando, en lo interno también hay siempre esperanza. ¿Por qué una persona de 30, 40, 50, 60 ó 90 años no puede luchar para ser aquello a lo que está llamado? Nunca es tarde.
Las luchas de Billy Elliot son luchas por existir. Por desgracia en el mundo hay quien tiene que luchar por lo más precario: por comer, por sobrevivir. Pero deberíamos sentirnos muy afortunados cuando a nivel material se nos ha dado tanto. La mayoría de nosotros no hemos tenido que luchar por sobrevivir en nuestra infancia. Pero sí hemos tenido que luchar por existir, por ser nosotros mismos. Y esa pelea aún no ha acabado. Aún nos topamos día a día con insatisfacciones, llamadas a vivir un amor distintos, a vivir el trabajo con más alegría, afrontar los problemas mejor. El asunto es qué hacer con esas llamadas. Billy Eliot sentía una llamada hacia el arte. Y tuvo que sufrir la humillación de bailar entre chicas, de pasar por homosexual, de tener que gritar a su padre ¡bastardo!, etc. Pero al final, cuando uno lucha por lo que cree que merece la pena, el premio llega.
A mí está película me inspiró mucha fuerza. Fuerza a seguir buscando, a no conformarme con cualquier cosa, a conectarme con mi ser, con aquello que soy más profundamente; a intertar vivirlo y darme los medios para ponerlo en práctica. Fuerza para empeñarme en aquello que merezca la pena, y no perder el tiempo en historias que no van a ninguna parte.
Este niño bailarín nos da lecciones de los que son los combates interiores, que van más allá de la lucha por sobrevivir o por ganarse el pan –necesarias por otra parte-. Ojalá Billy inspire también en mucha gente ganas de vivir, de descubrir aquello para lo que están hechos y de invertirse a fondo en lo que crean que merece la pena.

Amelie no es una chica como las demás. ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Notre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. Creció y se convirtió en camarera en un bar de Montmartre cuya propietaria es una antigua jinete circense. la vida de Amelie es sencilla: le gusta tirar piedras al Sena, observar a la gente y dejar volar su imaginación. De repente, a sus veintidós años, Amelie descubre su objetivo en la vida: arreglar la vida de los demás. Inventa toda clase de estrategias para intervenir, sin que se den cuenta, en la existencia de varias personas de su entorno. Entre ellas está su portera que pasa los días bebiendo vino de Oporto; Georgette, una estanquera hipocondríaca: o "el hombre de cristal", un vecino que sólo ve el mundo a través de la reproducción de un cuadro de Renoir.

PARIS YO TE AMO









Paris, Je T`Aime (París, Yo te Amo) _ Historias de amor desde la ciudad más romántica del mundo_Más que una película, es un hermoso documental en el que grandes realizadores se sirven de un elenco multinacional para dar nueva vida a la ciudad de las luces.-->
Historias de amor desde la ciudad más romántica del mundo_Más que una película, es un hermoso documental en el que grandes realizadores se sirven de un elenco multinacional para dar nueva vida a la ciudad de las luces.
Por: Roberto Gaete B.
20-06-2007
LEER OTROS
+ Alfred Hitchcock: Los Años Finales. I.Chileno Británico de Cultura.
+ RAZA BRAVA Esto es pasión, no sentimiento. (Crítica GM)
+ SAVE ME Uno de los más poderosos dramas gay. Religión y Sexualidad: el conflicto.

El amor encuentra su ambiente ideal en la ciudad de Paris, en medio de sus bares y cafés se van entretejiendo diferentes historias de vida. A la luz del día o en medio de la noche, bajo la Torre Eiffel, en las calles, o en el Metro, diferentes encuentros y desencuentros marcan el día a día para varias personas sin distinción de sexo, edad o clase social.
"Paris, Je T'aime" es un abanico de historias sobre alegrías, separaciones, encuentros inesperados y extraños pero sobre todo, acerca del amor en todas sus formas. Esta cinta tiene la virtud de contar con algunos de los mejores directores, escritores y actores del mundo del cine, que a través de pequeños cortometrajes que se entrelazan unos con otros, nos cuentan diferentes composiciones con tintes románticos pero sin caer en eufemismos o cursilerías, y además con la hermosa ciudad francesa como telón de fondo.
La ciudad se percibe como algo real, tangible y tridimensional con sus virtudes y defectos. Diferentes generaciones de artistas dan vida a este collage de historias, cada una escrita y dirigida por de acuerdo a un estilo muy particular pero que no desentona con el cuadro completo. Aunque la mayoría de ellos no son franceses, aportan aquella visión “romántica” de París que sólo tiene aquellos que la visitan pero no viven ahí.
Directores de la talla de de Gus Van Sant, Alfonso Cuarón, Wes Craven, Joel e Ethan Coen logran una perfecta simetría de historias para todos los gustos. Algunas más bizarras que otras, estas muestran aspectos casi desconocidos de París, en lapsos de cinco minutos.
Estamos ante un largometraje de cortometrajes. Un relato dinámico y visualmente excitante.
Las veinte diferentes historias que componen el producto final nos sumergen en una visión innovadora y desconocida de una ciudad que ha sido constantemente manipulada a través de la historia de la cinematografía, pero que ahora podemos conocer bajo todas las perspectivas posibles, lo que hace de esta realización algo aún más notable.
Evaluar cada uno de los cortos sería inapropiado y pretensioso, ya que cada espectador debe encontrar aquel relato que más le identifique y atraiga. Así como cada director le otorga su toque personal a su producto, es el público quién debe decidir si el conjunto fue satisfactorio o no.
Sin embargo a título personal hay historias que me resultaron algo inocuas y fuera de contexto, Mientras que otros segmentos son más atractivos e interesantes y uno desearía que se extendieran más para saber el final de la historia, y hasta se podría hacer un largometraje entero con ellos. Sin embargo si se le puede criticar algo a esta producción es que descuida el seguimiento y la conclusión de algunos personajes que tal vez hubieran resultado igualmente interesantes.
Un excelente trabajo de edición logra compaginar y unificar cada corto en un todo. La musicalización también resulta adecuada y sirve de acompañamiento perfecto durante todo el viaje. El resultado es una antología única y original, que ciertamente se aleja del París de Turistel y nos entrega un delicioso vals que va a su propio ritmo, más allá de los convencionalismos de la industria.
La muerte, la soledad y el amor, son sensaciones y emociones presentes en todo momento, y que toman un nuevo sentido al ver la forma en que se conecta cada personaje, unos con otros. La única similitud que viene a mi mente al analizar Paris, Je T'aime, es aquel episodio de Los Simpson en que mostraban historias cortas sobre Springfield, que para algunos tal vez sea un inadecuado punto de comparación pero a mi me resulta igualmente sugerente.
A principios del 2006, Paris, je t’aime se presentó en el Festival de cine de Cannes, donde fue recibida con grandes elogios. Ahora, por fin esta aclamada cinta llega a nuestra cartelera nacional y lo único que podemos hacer es disfrutarla como se merece. Una experiencia que no se puede contar, hay que vivirla.